Ambrose Gwinett Bierce nació en Ohio en 24 de junio de 1842 y se crió en
Kosciusko, Indiana. Fue el décimo de trece hijos, y sirvió en el
ejército de la Unión durante la Guerra Civil estadounidense (1861-1865).
Se estableció en San Francisco, pero acabó trasladándose a Londres
donde trabajó como columnista y colaborador de diversas publicaciones.
Sin embargo acabó regresando a San Francisco para colaborar en varios
periódicos del “imperio” Hearst, llegando a ser un personaje polémico
con sus corrosivos artículos y columnas. Se casó en 1871 con Mary Ellen
Day, con quien tuvo tres hijos y de la que se divorció en 1904. En 1913,
con 71 años, viajó a México con la intención de revisitar las zonas
donde había luchado en la Guerra Civil, y ejercer de observador en la
Revolución Mexicana, y su rastro se perdió en Juárez, por lo que a día
de hoy se desconoce la fecha de su muerte.
Si bien su estilo cáustico y satírico le concedió notoriedad como periodista, hoy en día se le recuerda por sus incursiones en el género de terror, influyendo en autores de la talla de H.P. Lovecraft, y se le considera uno de los relatistas de este género más significativo del siglo XIX, junto a otros como Edgar Alan Poe o Guy de Maupassant. Profundamente misántropo, expresó en sus escritos su desconfianza hacia el género humano, desconfianza que expresaba con una actitud crítica que le valieron el sobrenombre de Bitter Bierce (El amargo Bierce).
Su relato más conocido, Lo que pasó en el puente de Owl Creek, ha sido llevado en varias ocasiones al cine y a la televisión.
Si bien su estilo cáustico y satírico le concedió notoriedad como periodista, hoy en día se le recuerda por sus incursiones en el género de terror, influyendo en autores de la talla de H.P. Lovecraft, y se le considera uno de los relatistas de este género más significativo del siglo XIX, junto a otros como Edgar Alan Poe o Guy de Maupassant. Profundamente misántropo, expresó en sus escritos su desconfianza hacia el género humano, desconfianza que expresaba con una actitud crítica que le valieron el sobrenombre de Bitter Bierce (El amargo Bierce).
Su relato más conocido, Lo que pasó en el puente de Owl Creek, ha sido llevado en varias ocasiones al cine y a la televisión.