Diversas
mentes han pensado en crear vidas, universos; escribir magnos libros, poemarios,
letras en sintaxis desmedido. Pero ¿cuál fue su inspiración u origen?, el
sentimiento,que los llevo a la sabiduría
o a la locura, ¿en dónde está?
Rimar desnudas palabras. Dicen
ser oscuros, tristes y sin emoción, dicen
ser almas sin cuerpo, dicen ser… ellos, cualquiera.
Dicen ser luz, pero hay un
vacío, ¿quién entiende? Nadie.
Llegan a creerse malditos pero es
solo una sombra en la realidad, ninguna persona es tan cuerda para no crear y
ninguna persona es tan demente para destruir, o eso pienso.
¡Falsedad! que eso quede para
una barata novela donde impera el drama. En los versosgobierna el arte bohemia,
laodisea, la teatralidad, escritores de vida, pintoresde grandes lienzos,
cuales sacrificadores de propios respiros para saciar almas sin guía que no
necesitan más que place rico, nuestra letras, escritos.
Poseemosarmaduras y las derrochamos,
tenemos vida, y no la vivimos… tenemos. TENEMOS PALABRA, TENEMOS VOZ.
“He vivido mucho tiempo bajo
amplias galerías de arte sin deseo, que los soles navalespintaban con mil
ímpetus, y que sus magnas columnas, hacían que en la confusión, parecieran
grutas vacías.
Las olas, arrollando los
azulejos del cielo, mi mente y razón mezclaban de manera solemne y extática los
soberanos acordes de su exquisita melodía a las banderas del ocaso irradiadas
por mis ojos”. La poesía no habrá cantado en vano…
“Para un poeta que vive en la
nada, en el mundo. Tan fuera de los límites de pensamiento”.
Chace Poète, era como cualquier
otra persona, pero mas que eso era de esos poetas incomprendidos con todos los
placeres a su merced pero que no lo satisfacían, y lo sumergían en el tedio,
sin comparación a sus literaturas surrealistas. Al estar hastiado de emociones
sin sentido ni razón, su cerebro literario trata de buscar y crear nuevas
impresiones, y en el oscuro amanecer de su respiro distingue algo más que vana
palabrería: su ser, él mismo. Tiene diversossemblantes de su vida discoloros,
la vida no es la misma, en su naturalezarecorrieron y yacieron muchas personas
que ayudarona concebir su conocimiento, el cual ni el mismo entendía, pero sin
camino su misma razón lo llevaría sin sentido a otro lugar.
Entre sus nirvanas figuraalguien
bastante peculiar, alguien que no se vetodos los días.
Azel Ivory, se llamaba la
personaque cambiaría los versos de Chace, su vida; alguien tan inverosímil y
profundo como las honduras del océano en su inmensidad.Un ser, él, nada más.
La vida de Ivory se resume en
pocas palabras, su respirar y su caminar.
Chace lo conoció hace un par de
añosa simple interpretación de escena, no vale la pena aclarar,pero la fría
simpatía que exudaba aquel personaje, ese algo en él, que llamo la atención de
Poète, fueron la llave, el “sí” casi una confirmación para entrar al opúsculonevado
de Chace.
Al pasar cada estación del
tiempo, en un solo tic tac se conocieron, en santiamenes vacíos sin palabras, ni
elogios, ambos complejos pero entendidos, aquellos.Al instante de conocerse sus almas
charlaron como grandes amigos, las simples letras, palabras sobraron.En aquel
momento todo se redujo a un día de junio
no recuerdo lluvia tampoco sol, de un año no muy lejano en el que se
encontraban en un monte, soñando despiertos, entre la creación de Huidobro cual
surrealismo eclesiástico en la inmensidad; Azel levanto su mirada y dirigiendo
a Chace sus profundos y negros ojos con su tez al vientodijo: conmigo serás
interior a ti y a tu energía…
Hubo un largo momento de
silencio poco después de aquello,al pasar ese momento en la que volaron aquellas
indescriptibles palabras Ivory se marchó sin razón alguna.Chace pensó ¿energía?
¿Interior a mí?
Las palabras de Azel martillaban
día y noche en su cabeza a Chace, y sus razonamientos no servían por sí solo no
lo podía responder, la mirada vacía de Azel en instantes eternos de silencio
confesó; y dijo todo lo que tenía que saber de sí mismo, y lo que lo rodeaba.
Para Chace su relación fue tan confusa
que no supo el día en que lo ignoto ante él murió o su amistad con aquel inicio
o cuando ceso.Todo paso veloz y en calma, a la vez en paz hubo momentos en el
que los dos se perdían, eran como el óleo y el rocío pero en cortos tropiezos
de tiempo eran como la luna y su reflejo.
Las ausentes charlas abrían a Chace,
empezaba a mostrarse tal cual era, sin darse cuenta a veces parecía el mismo
pero dentro de sí, sus pulsaciones eran distintas.
Ivory lo notó.Sabía que su
despedida estaba cerca, debía ser como siempre; marcharse sin razón,
desvaneciéndose a otro lugar.
Todo había terminado.No porque todo
marchara bien con Chace, nunca fue así. Sino porque ahora podía marchar solo, llego
un momento en el que su pensamiento y su mirada dijeron “adiós” y de la nada,
sin sentido alguno ni razón, desapareció, como debía. Se había ido.A Chace
llegaron pensamientos de aquel, las preguntas que nunca respondió, su misterio.
Siguió pensando lo mismo de
siempre: “Las personas fluyen como el agua van y vienenquienes se detienen son
tus “amigos” o familiares”.Azel en aquel momento había fluido y Chaceno iba a
ser la roca de aquel río que lo detendría. En su mente solo se cruzó un pensamiento
acerca de aquel: nunca hablamos de algo más que no fuese de mí.
Llego a sentirse algo culpable y
egoísta pero ese pensamiento pasó, en su mente siguió trascendiendo pero de mil
maneras distintas, nunca pudo descubrir que había más allá de su oscuro
semblante y su alegre sonrisa, se conocían pero se comportaban como
desconocidos comprendió que al no conocerse a si mismo no podía conocer a nadie
más, por más tiempo que hayan pasado juntos, fue imposible ver más allá de su
nariz, más allá. Recordaba que los dos tomaban otro tipo de personalidad al
hablar, era casi relajante, aquella brisa en los susurros del viento y las
paredes, con ellos hablando, todo se olvidaba hasta su identidad, la desnudez
era sinónimo de pureza y sus pensamientos rodeaban a la noche en sus sueños sin
y con Él.
Azel yacía en un lugar
inolvidable e indescriptible y meditaba sobre su vida,a lo largo de su ella
tuvo dificultades pero en la historia de nuestro ayer quien no las tiene, quien
no las tuvo,sus dificultades eran distintas, intangibles eran mentales,está de más
decir que poseía locura y paradójicamente sagaz pero no tan lejos de la
realidad, porque no ayudar a las personas
que han pasado por lo mismo, alimentar su manía o curarla, él era o es, no lo sé
alguien tan sofista y siempre a la oposición, era un todo y lo puedo aceptar, qué más
da nadie ve y nadie piensa que todos somos así, unos en mayor cantidad que
otros pero no quiero resguardar a nadie, todo era oscuridad cuando aquellas
personas hablaban Chace una persona cerrada y reprimida se abría ante aquel
pensador, era asombroso, todo paso tan vertiginosamente que no se dieron cuenta
o por lo menos para él, Azel al observar a Poète pensaba que era interesante que
un literato sin sentido tuviera toda esa inspiración cerrada, todo un mundo diferente
a los diferentes mundo. En la vida se da una paradoja, bien es cierto que todos
somos una rama de la diversidad, algo igual, un espejo roto cual retrato sin
reflejo.
A él le interesaba mucho ese “asunto”.
Los temas de su conversación
eran tantos, abarcaban el sexo cual pasión sin medida ni roce, amar, la
depresión, el pánico, la alegría y los aptitudes que poco a poco Poète,
descubrió y exploto.Aquellos momentos de silencio dijeron más que sus labios;
era el viento que murmuraba las sumisas frases al recordar todo lo que pasaron,
lo tomo como un amigo, su primer amigo, alguien real, no era un verso,
respiraba casi sin sentido pero lo hacía. Aquello fue un gran error para Chace,
pero la razón no manda el alma, pero el alma si al conocimiento.
Se fue y sus huellas la lluvia
carmesí se llevó…
La ausencia de Azel era notoria
pero, no necesaria todo había cambiado ya, Poète “aquellos días había muerto un
poco pero no lo suficiente” para dejar de respirar.
Pasó el tiempo, los años como
días ausentes sin horario, su percepción prosperaba y la naturaleza del mundo
con él recorría en sus pasos, mil pasiones en su corazón vacío pasaron de lejos
sin ninguno llegarlo a tocar. En la brisa de las mañanas de Enero recordaba
sutilmente a Ivory, sin desvelo ni asombro solo un recuerdo más en su razón.
Todo seguía constante, Vivian, morían y más, nada nuevo.
Chace solo tuvo un amor en toda
su vida aparte de los versos quien llego antes de conocer a Ivory pero que
permanecía en su pensamiento cual lección aprendida; por el cual lloraba,sufría
y le daba una razón para vivir, alguien tan absurdo como tocar el cielo pero
tan puro y desleal, que creía maldito casi un pecado mortal. Sus lágrimas caían,
rodaban en lo profundo de su ser marchito por su anhelo vagante.
Recuerda el rostro de aquel amor
en lluvia escarlata, como la nívea luna que cada noche lo abrazaba y le deseaba
dulces sueños, cual pureza de un infante perdido llorando sin consuelo, amor.
Aquella persona poseía la “risa”
que cautivaba el alma cosquillosa de Poète y lo sumergía en la ilusión
desmedida, dicha persona cual fénix renacía cada mañana, cada atardecer en su
mente en su cuerpo.Y moría en el silencio de la noche por su espacios ausentes
en su bordado corazón… tan cerca queridos, y tan lejos amor.
Ese amor una vez fue, en sus
sueños es, y en la ausencia siempre
será…
Un día en el que amaneció
después de tener pesadillas con su amor errante, lágrimas en los ojos y con su
corazón hecho pedazosy dijo: “¡Basta! con una sonrisa tan punzante como su
mismo dolor, ¡Basta! repitió, pensando en el cielo carmesí, su amor. Te amo, y
te amaré, hasta que mi mente tu recuerdo olvide y desvanezca; no puedo seguir así,destrozando
el brío de mi alma bendita, mi tiempo esfumado en las olas de mi puerto de
anhelos sin devaneo, te amo y te amare hasta que muera un lunes o un jueves,en
medio del sol o deldiluvio porque, te amo y te amare porque en ti y en mí solo
existe un sí, un no, solo existe un tal vez.
Paso lo inevitable; tiempo
sereno, tiempo apacible su ser sentía vacío, su ser sentía muerte, aquel, su
pedazo de cielo aún en su alma y cuerpo, latente permanecía obligando la aceptación
negada con una afirmación sin aclarar… caminaba en un bosque sin sentido
recordando lo que no ocurrió entre aquellos dos jóvenes que jugaban al
atardecer y sin darse cuenta se enamoraban sin sentir, se perdía en
conversaciones no dichas hablando con su soledad y la brisa del viento.
Nunca olvido a su noesis,
Desiré, quien había hurtado su aliento sin intención en su juventud, con
sonrisas y nobles miradas que le rompían el corazón, porque cada una de ellas
de decía y le hacía saber que era imposible, su unión maldita, la observada
desde el cielo; permanecía en su ventana ella, venus, su cuerpo, su tez, ella
su sonrisa su significado de mujer, ella.
Su insomnio por tal musa, sin
palabras ni versos lo dejaba en sus recuerdos de julio, época en la que se
amaban en silencio, en la que se unían rompiendo, los prejuicios de los demás.
El tiempo corría lento y seguro,
su ilusión acreciente y su adiós venidero, allegaban a su mente Poète, debía
suceder… lagrimas caídas.
Así
como todos en la vida de Chace se esfumaban, desaparecían. Chace lo lamentaba y
su interior crujía. Desiré no sería la excepción. Su tez se alejaba del camino
en París donde la conoció, en los puentes su ausencia inerte llenaba, las
torres y las obras de arte, sus poemas perdieron a su cisne asfixiado en el
lago de Baudelaire. Ella se fue, y no regreso jamás, no se fue sola, eso hirió
más.Huyó con alguien, y Chace sabía quién era, quien fue aquel marino
desdichado que su lírica sirena rapto; Darren Hatred, quien tomaría el corazón
y el vino de Poète y diría lo no dicho en su poemario níveo maligno; lo
perdido, sin saber por qué.No hubo un adiós, despedida, solo su recuerdo
inolvidable que su mente marchita en los pétalos del
Casanova llamado Vida.
Nunca supo y nunca sabrá que
pasó, no quiere saber qué pasó entre Darren y Desiré, su corazón había quedado
anestesiado permanentemente, sus latidos eran lentos y sin ritmo, no podía
odiar a Darren mucho menos a Desiré, preguntaba al cielo que había ocurrido,
pero las nubes como Desiré escondían su mirada al verla a los ojos.La amaba por
sobre todo, pero no la podía dividir en dos. Siguió su vida en la nostalgia de
su sombra escribiendo los versos de amor que hoy los infantes leen, creyendo en
lo que él creó, imposible amor roto, descansando en su tumba feliz al lado de
su musa Desiré y su traidor yaciendo ellos inertes marchando, en París como
cualquier artista, poeta o cualquier amor de rosas saetas sutiles. Francia cuna
de artistas, pintores, malditos bohemios, benditas de arte, obras.
Aunque pose a su lado aquel
literato ignorado, en su alma desligada siempre recuerda.
Él no la olvida, ni la olvidara
ese poeta bendito por sus versos nunca olvida a nadie, siempre recordara lo
ilógico de Ivory su desaparición sin razón, su ayuda, el silencio que nadie
calló.
El amor prohibido cual de
vallejo, simple verso, Desiré. Musa enferma de amor suicida cual bebida de
vino, absenta; su sangre los demonios sin alas poseyeron, beber.
No olvidara a su madre que
maldijo su nacimiento con gritos casi banales que irrumpieron sus entrañas,
sintiendo a sus libros escritos y poemas malditos por nacer.
Chace murió… y su recuerdo
presente siempre habita, sus versos, sus emociones, Él. ¿En dónde estará? No lo
sé, pero escribe en un gran lienzo, llamado Universo.